posdata
En la punta de un lápiz de madera,
una semilla diminuta dormía,
esperando la mano que la quisiera,
para contarle al mundo su melodía.
No era de un árbol ni de una flor,
era la semilla de un pensamiento,
que quería esparcir su color
con la fuerza de un soplo, con el viento.
El lápiz se deslizó sobre un papel,
y la semilla brotó, ¡un verso!
"Todo lo que nace de ti es fiel,
un universo dentro de un universo".
Y así, cada palabra que traza,
es un árbol que crece en el cielo,
y el mensaje, en su magia se abraza:
"Tu voz es tu bosque, tu propio anhelo".
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