todo me abarca.

Hablando solo con los ecos de un coro infantil que ya se desató la moña...

suena un himno que mi alma no pronuncia,en el afán de la renuncia a todo acostumbramiento.

La demagogia es fría y en los residenciales imaginan una nueva partida de barajas españolas.

Frenan los pensamientos sabiendo que tan solo avanzan,unas veces con pies descalzos y espinas,otras en medias que no son siempre para los pies...

creer en todo y en nada,es como caer en picada de una silla de madera que prendí fuego en una noche soleada.

Buscando sentido a todo esto...me queda un buen resto de voluntad.

No temo pestañear cuando se quema la luna y un eclipse la desnuda para que yo la vista...

quiere que insista en contestarle a las sombras de un pasado que me nombra y un futuro con menos humo y mucho más fuego...

una noche y otro abuelo que desea amanecer...

otro niño por nacer y llorarle bien al mundo sabiendo se perdió el rumbo y quizás le toque a él.